Este el texto de Graciela Berchesi que sirvió de editorial para el programa de radio Una Mirada Singular. Creo que les va interesar. Para que lo disfruten.
RADIO COLONIA
Lunes 9 de junio de 2008
UNA MIRADA SINGULAR
Hola, buenas noches, soy Graciela Berchesi y me acerco una vez más a esta mesa de trabajo de colonia, en vivo, para compartir la velada con usted. Está Cristina Soloaga conmigo, buenas noches Cristina…
Nuestro equipo de producción ya está trabajando para que podamos comunicarnos fluidamente durante las próximas dos horas.
Buenas noches, Magdalena López…
Hasta las tres de la mañana estaremos aquí en la radio, desarrollando temas que esperamos sean de su interés y describiendo las tareas que llevamos a cabo diariamente en nuestra Escuela. Buenas noches, Matías Rivero, nuestro operador.
La Escuela para el Desarrollo Armónico es un lugar donde se aprenden técnicas y recursos para vivir mejor, para entender desde el cuerpo y con ayuda de la mente, los hechos que nos toca protagonizar en la vida. Aprendemos a celebrar y compartir lo bueno, aprendemos a entender lo que nos frustra, aprendemos de la propia vida y también de la vida de los otros. Por eso la radio, para que usted llame y nosotras le respondamos y que ese intercambio, lo que unos dicen y otros respondemos, sirva no sólo para las dos partes que exponen sino también para la enorme audiencia que nos acompaña en Colonia que escucha y saca sus conclusiones y relaciona lo que oye con lo que le pasa. Pueden llamar desde este mismo momento al 4856-9400 o dejar un mensaje de texto en el 156-133-4241. En ambos casos, nuestra audiencia conocerá el contenido de su consulta y podrá tomar alguna parte que le sirva de nuestro intercambio, insisto. Llame ahora al 4856-9400, estamos aquí, en vivo, en Radio Colonia, am 550.
Magdalena: Recordanos la temperatura en este momento en Buenos Aires…
¿Y a qué número pueden llamar nuestros oyentes? 4856-9400
¿Y dejar un mensajito? En qué celular? 156-133-4241
Estamos listos, podemos comenzar…
“Siempre hay buenas razones para no hablar, dice Kuraishi. Y agrega, “Las palabras pueden ofender, resultar peligrosas, dolorosas, asustar, ser malas, hacer sufrir a otros o no ser escuchadas”. Las palabras no pueden ser un resumen de un alma, lo mismo que no pueden ser un conocimiento completo de nadie. Pero lo bueno de las palabras, frases e historias es que el efecto final es incalculable. Hablar no es una descripción sino un acto, una forma de representación. No puedes saber qué van a significar tus palabras para otro, o cómo será el mundo que generarán en él.
En su obra “Soñar y contar”, Hanif Kuraishi, un escritor inglés de padre pakistaní, cuenta que en 1906, un médico inglés, hablando con Ernest Jones, se refirió con cierto asombro a un extraño doctor de Viena “que escuchaba de verdad con atención cada una de las palabras que le decían sus pacientes”. Se refería a Sigmund Freud.
Freud había comprendido que hay formas de hablar que son radicalmente peligrosas e inquietantes, que pueden cambiar vidas y sociedades y que, por eso, la gente no quiere saber lo que son esas palabras porque le dan miedo. Pero dice también que, en otro sentido, realmente sí quieren saberlo, porque son concientes de padecer una carencia. Como mínimo saben que no estarán completos sin ciertas formas de conocimiento de sí mismos y que esto resultará liberador.
Elegí estos textos de Kuraishi como introducción de mi apertura de esta noche porque en el programa anterior, el cuarto de este ciclo, estuvimos respondiendo consultas, tanto Cristina como yo misma, durante prácticamente todo el tiempo disponible de nuestro programa que va de una a tres de la mañana del lunes. Podríamos decir con bastante comodidad que ya en las primeras cuatro emisiones se instaló la modalidad de las consultas que es lo que transforma a nuestro programa en un servicio y le da sentido, al mismo tiempo. Para eso estamos aquí. Para responder su consulta y para invitarlo, invitarla, a concurrir a la Escuela para el Desarrollo Armónico y transitar sus múltiples actividades, a fin de ir sanando aquellos aspectos de su persona que han sufrido con las frustraciones de la vida y con el paso del tiempo.
En este horario el que no duerme tiene razones para no hacerlo. O está ocupado en cosas que sólo pueden hacerse a la madrugada, o está insomne y, si lo está, tiene algún problema que no le deja conciliar el sueño. Un problema, precisamente, que podría transformar en una consulta, o sea que podría tomar el teléfono y formularlo comunicándose al 4856-9400, el teléfono de Colonia, donde nuestro equipo de producción lo atendería de inmediato pasándolo al aire.
En su texto, Kuraishi trae a la superficie la importancia fundamental de las palabras como elementos propios de la comunicación pero, también se refiere a ellas como el modo que un humano tiene de penetrar el mundo interno de otro y, habiéndolo escuchado con atención, devolverle datos acerca de quién es, basándose en lo que le ha oído pronunciar.
Por eso consideré que este texto era importante compartirlo con usted y reiterarle la conveniencia de que si hay un problema que afecta su ánimo en este momento, no vacile en comunicarse a nuestro teléfono, el 4856-9400, salir al aire y, en vivo y en forma inmediata y por supuesto gratuita, obtener de nosotros una respuesta que proporcione alivio a su ánimo.