Los árboles no duermen propiamente, se adormecen, sobre todo en invierno cuando las altas estrellas se deslizan por sus ramas peladas como frías gotas de rocío. Es entonces cuando sienten con más fuerza todas aquellas voces y señales de la tierra."
Al meditar con la espalda apoyada en el tronco de un árbol añoso podemos conectarnos con su centro, con el camino por donde va su savia y compartir con ese hermano vegetal nuestras preguntas. Ganaremos un amigo incondicional y recibiremos respuestas.
Meditación del Arbol
A cargo de Graciela Berchesi
Expresión Corporal. "Un cuerpo en el campo, un cuerpo en expansión"
Juegos, música, paseos al sol, descanso..
No te lo pierdas. Caña y asado. Avisá si querés combi