El Solar del Aguador tiene muchos lugares bellos. Hoy compartimos la entrada de las casuarinas. Una hilera de viejos pinos que le dan la bienvenida a los que llegan a pasar una temporada en el campo. Con su presencia anticipan lo que encontrarán una vez traspasada esa puerta. Viejos maestros que tienen mucho para contar.....dice Graciela B. que ellos representan.
Además los esperan:
- Un gran parque con una vegetación increíble.
- Espacios de agua para refrescarse y para contemplar.
- Otros espacios para hacer y cuidar el fuego. Asar y hornear la comida recobran la verdadera importancia que tienen.
- La casa nos brinda la cálida protección con sus pisos y techos de madera. Es amplia y cómoda para realizar una convivencia cordial.
Sentarse al pie de un árbol apoyando la espalda en el tronco. Quedarse unos instantes con la atención puesta en el cuerpo y en el contacto con el tronco para posibilitar la alineación de la columna vertebral, el ajuste del tono muscular y la ampliación del rítmo respiratorio. Reflexionar sobre alguna circunstancia o etapa de la vida. Encontrar un pulso sincrónico que nos emparente con el árbol y todos los elementos vivientes de la naturaleza. Este tipo de experiencia acompasa el rítmo del hemisferio derecho e izquierdo del cerebro, regula la presión arterial e intensifica la
capacidad del aparato sensorial. La comunicación se mejora en consecuencia y el cerebro libera sustancias que redundan en el buen humor.
Estamos en el Solar del Aguador. Vení a disfrutarlo cuando quieras
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