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“Primera Cita”
Los viernes y sábados a la madrugada.
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Una Celebración al Sol y a la Pachamama
Anoche, con la vigilia del nuevo día, las comunidades andinas iniciaron la celebración del Intiq Raymin, la Fiesta del Sol. A partir de una concepción cíclica de los procesos vitales, las fiestas de solsticios y equinoccios son momentos rituales en que los pueblos agradecen la fecundidad de la tierra. En junio se realiza, precisamente, la cosecha del maíz.
El solsticio de invierno, la noche más larga, es la más esperada. Es la fecha en que Tata Inti (El Sol) inicia su acercamiento hacia la Pachamama (La Madre Tierra). Por eso se calienta a la Pachamama con cuatro fogatas -una por cada punto cardinal-, para hacerle ofrendas y rogar a Inti que vuelva a acercarse y permita el inicio de un nuevo Ciclo.
Antiguamente, las ceremonias del Intiq Raymin incluían música y bailes. Para anular esta expresión de identidad cultural, los españoles le antepusieron la fiesta de San Juan, el 24 de Junio. Pero en los últimos años, y a partir de la gran fiesta que se instauró en las ruinas de Machu Pichu, el 21 de Junio ha recuperado su sentido originario, en especial en Jujuy.
Ya es tradicional el encuentro de la comunidad Willcanina en Huacalera, junto al monolito del trópico de Capricornio. Las comunidades de Cieneguillas y Villa Florida -también de la Quebrada de Humahuaca-, junto con los vecinos de Tilcara y de Maimará, se reunieron en la Posta de Hornillos.
En Abra Pampa, la ceremonia tuvo lugar en las faldas del cerro Apu Wankar; en la ciudad de Jujuy, en el terreno de la futura universidad indígena Inti Ayllu. Y en la ciudad de Buenos Aires, la vigilia fue compartida en la reserva ecológica. En la capital, la fecha está incorporada al calendario escolar desde 2004.
Diario Clarín, día Miércoles 21 de Junio de 2006. Sección "Sociedad".
Desde el nacimiento de la Escuela para el Desarrollo Armónico en el año 1983, celebramos con nuestros alumnos el
Te dejamos la afirmación que acompaña ese texto:
"La vida promete volver"
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