La Semana pasada hablamos de la soledad. Y dijimos que, a la gente que está sola le falta un abrazo, o una luz encendida cuando llega a la casa. Un compañero o una compañera, aunque sea para discutir. El solo hecho de cruzar una palabra con frecuencia alcanza para sentirnos vivos. Sin embargo, no podemos negar que mucha gente que viva acompañada padece también: porque no se entiende con su marido de años, o con su hermana menor que ya está grande, o con su hijo que se separó y volvió a vivir con ella creyendo que se acompañarían mutuamente.
Durante la semana recibimos el mail de Dora, de Cautelar que nos decía:
Queridas Graciela y Cristina:
Las escuche esta mañana en radio Amplitud. Definieron muy bien lo que es la soledad, ahora que lo sé por experiencia: llegar a casa y que no haya ninguna luz prendida, ni olor a comida, , levantarse a la mañana y no tener con quién compartir el mate, ni, agrego yo, con quien comentar lo que lees en el diario… eso es la soledad.
Sin embargo, quisiera agregar algo: la soledad tiene como contrapartida la libertad: salís y no importa a qué hora volvés, a nadie le extraña tu demora… dejás una cosa en un lugar y sabés que nadie la va a mover de ahí... comés a la hora que se te antoje y si no querés no comés… no quiero engañarme ni proponer que me compadezcan por estar sola. Vivo muchas cosas que componen una libertad que siento necesaria.
Un abrazo, Dora
Dora le agregó cierto colorido interesante al tema.
El tema está planteado y queremos que también ustedes opinen desde sus casas: buscar compañía no puede hacernos perder de vista las ventajas de la soledad, que las tiene. ¿Piensa que no? Llámenos y haga su aporte. Su opinión nos parece valiosa. Comuníquese con nosotros al 4983-4294.
La soledad versus la libertad. La soledad que es falta de compañía y la compañía que es falta de libertad.
Escuchanos de lunes a viernes de 7 a 7:30 en radio AM 770 Amplitud.
lunes, febrero 05, 2007
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